martes, 7 de mayo de 2013
Sin título
jueves, 25 de abril de 2013
A fines de abril
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Azul
acabado el espejo
en la inconmensurable niebla
pasó el tiempo y cubrió todo
del interminable trecho.
Mas qué decir, si estoy tan solo
y oigo voces que retumban
son sollozos de ultratumba
que mi alma suda en vano
qué decir si tan humano
es mi eterno sufrimiento
calma el aire, cura el humo
aunque meros pasatiempos
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martes, 28 de diciembre de 2010
miércoles, 5 de agosto de 2009
martes, 14 de abril de 2009
El tinnitus debajo de la encía
lunes, 30 de marzo de 2009
La manzana maldita (o "La estructura de un laberinto")
sábado, 14 de marzo de 2009
(Sin título)
miércoles, 25 de febrero de 2009
Testimonio de mi agonía
lunes, 15 de diciembre de 2008
Ser Autótrofo
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Son brazos, más abrazos hasta que un arpazo, más zarpazos hasta que ya son guños, más rasguños hasta que piel en la uña. Entonces vamos y cavamos hasta llenar otro agujero y vamos y cavamos porque ya hice otro nuevo. ¿Hasta cuándo se pregunta el castor?, ¿Hasta cuándo se pregunta el topo viejo? Pienso en ese instante si no es muerte digna la de comerse a uno mismo. Me como un pie que está bien lejos, trago sin masticar la pantorrilla hasta mi muslo. El otro pie, la otra pantorrilla, y mi otro muslo. Luego me como los brazos y resisto inundante de sangre. Imagino cosas que jamás había pensado, creo que esos momentos resuelven algo, como si al comerme pudiera iniciar una vida luminosa en un estómago.
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Ahora sonrío como loco y ya no sangro tanto, no es felicidad, es lo que puedo. Aprieto fuerte fuerte la mandíbula hasta que los músculos trepidan, e igual que guantes de goma recompuestos, brotan mis extremidades nuevamente, imperan que salga de la cama.
lunes, 8 de diciembre de 2008
sábado, 2 de agosto de 2008
(Sin título)
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Únicamente una rodaja de mi carne amortajada. Una mano.
Es posible ante tal acto de horror y extrañamiento
Te obsequie algo mío.
Es que egoísmo, lo supiste antes que yo.
No volveré a atinar a decir lo que después resulte imposible a mis labios/
Porque en sólo intentar ya extinguieron diez soles
Pensa-miento sin barco nunca llega a buen puerto
Es la juventud la sin respaldo, la de la pipa mal encendida
Pero habrá vidas futuras,
Y seremos gas liviano que difícilmente amaine
Habremos rozado la cordura en todos los puntos posibles
Esquivádola pétreos, tangencialmente.
Es que bárbaros del amor, nos pensamos distanciados
Y aún así preferimos serpientes
Desavenimos con Demócrito para sentirnos de nuevo
Bebiendo de ese río puro de amores de novela
Refugiándonos en las cuevas pintadas de los Burgos, que en la noche desiertas/
Más realistas que nunca, chapotean nuestra líquida sombra que se extiende a la luna/
Hay un banco, un adoquín, un zapato de gamuza
Miro atrás y no te busco, desconfío
Vago, vagabundo y receloso (he llegado al colmo del patetismo)
Mas me sigo hundiendo en un pantano de brea y asfalto.
Busco las pruebas que yo sólo no encuentro
Tras la pérfida visón de mi pasado trascendente
Hoy mundano, huelo a cenicero perdido entre papeles
e intento…
viernes, 18 de julio de 2008
Los elefantes, el color índigo y una mujer rubia con la piel tan blanca como una muñeca rusa.
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Poema extraído de "De historias de aeropuertos y burgueses derrochadores a modo de metralla" (Ver concepto de violencia monetaria de Passaunt, Jean Pierre en “Que os digo que los hippies y el dinero no se entienden”.)
Por cuánto más será este abrazo al cielo
este sacar el pecho tras un respiro liviano
de mangas holgadas y de lino
con escalofríos de espalda y besos de nuca
de Beijing y de Somoa
con aviones que despegan y aterrizan a la vez
abrazando ropa limpia, empujando las maletas por la rampa.
Por cuántas más escaleras mecánicas
cuántos metros
cuántas notas de piano y cuántos filmes de Roman Polansky
o cuántas lluvias aisladas en mi hemisferio
estaré condenado a la flagrante sonrisa.
Ojalá pudiera no prever ese día
que en tu toalla de turbante me acuchille una mirada
que sin obviar sensualidades me latigue
y tus distinguidos paseos por la conserjería y tu cepillo de dientes
me digas,
vuelven a su reposo aristotélico y temido.
PD: El título marca los lineamientos de lo tácito, conformando un todo-acontecido arbitrariamente construido en base a pautas culturales que datan de los últimos cincuenta años.
Y una hawaiana baila para todos los que la quieran imaginar, mueve sus manos como una Andrómeda enquistada con el mundo pero amiga de los ritmos más constantes.
Nota al pie de página: la coherencia es el amor. Si no, ¿Por qué habría de estar contento?
sábado, 5 de julio de 2008
Confiesión
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Lectura, escritura y locura, si bien no mantienen relación de sinonimia, mantienen una de implicancia. Si no el quijote no sería quijote y yo mismo no sería yo.
jueves, 3 de abril de 2008
Minipoemas
Presento una serie de poemas cortos para leer al desnudo y sin reticencias. Bajen armas porque nadie atacará, preparen sus oídos para ver bossa nova, y preparen sus ojos para oler ananaes.
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Constancio
II
tu tenue aura respira
la acariciada brisa
I
las reposeras de playa
por el angosto
pasillo al infinito
jueves, 6 de marzo de 2008
Prólogo a la tercera entrega
La escritura de nuestro tiempo pone en jaque los límites formales tanto como los límites constitutivos de la obra. Poesía y narrativa ya no son claramente diferenciables. Aparecen presentaciones en público de literatura que sólo existe en esa lectura y lugar determinado, editoriales que imprimen obras en papel reciclado, blogs de todo tipo (algunos que hasta amenazan con la creación de un nuevo género literario).
En este contexto es que presento “IV (serie discontinua)” y “La ciencia de los despiertos” en este soporte magnífico y esa confusión de niebla unamuneana en que poesía y narrativa se reducen al debate sobre la ubicación espacial de las letras.
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Constancio
IV (serie discontinua)
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Lamentamos mucho lo sucedido. Alguna vez creímos en usted, ya no. Una decepción encontrarme. ¿No ves que está tosiendo?
Su anatomía rezonga por lo que le das.
Dices que la amas, eso dices
Para los que observamos de lejos
es claro
¿Cómo querer sin quererse?
¿No ves que está tosiendo?
Le raspará hasta que escupa sangre
O hasta que su cabeza explote como un globo de humo
Y sangre, y sucia agua de narguile en el empapelado.
Luego se encorvará en la inapetencia
hasta un aliento a vinagre
Y tal vez la nariz se roa en la paradoja de un ácido que enfría
O los pómulos vencidos sonrían con miedo ante miradas fijas.
Sigue tosiendo
¡Hagan algo! ¡Oh, haced algo!
Callen la mocosa, humecten la mucosa
Puro wisky, no te ahogues
La sangre fría está que hierve
No la había notado tan flaca
Nunca. Ni tan blanca
Tose, y seguirá tosiendo.
La ciencia de los despiertos
“Eso”… me expulsó del paraíso, en esa época en que el mundo era plano y al salir de sus bordes me caí, a la profunda ruina de los seres mediocres. Fue mí culpa.
No tengo tiempo para no tenerte, tiempo. Amor, con vos lo mismo.
Sobrepensados mis asuntos he tomado una determinación:
La vida se me escapa, la corro, pero te juro se me escapa, como un conejo.
Así no podés seguir. No, no podés. La ruina es para vos, ¿Qué tenés que andar metiendo a los demás? Las drogas compartilas, “eso” no.
Palabras contrahechas, sentidos sinpartidos, rechazos, desabrazos, masculino (el rechazo es masculino).
Interesante reflexión Doctor.
Tal vez podamos incluirla en el anuario de la Universidad, antes deberías descreer de los hipopótamos incautos o de las luces apagadas. Antes de irme, me olvidaba, no acreciente su rabia con mis burlas, es sólo para divertirnos.
Quedesé tranquilo doctor; ahora entonces lo trato con minúscula.
No hay problema.
(Se va y me deja solo, así.) Siempre se van, siempre me dejan, esa es la ley general, la ciencia de los despiertos. Las gentes se les van, les dejan. Sus destinos son solos, sus destinos, también les dejan.
sábado, 1 de marzo de 2008
Prólogo a la segunda entrega
Hoy tengo poco que decir (y no es que me conforme el estado actual de las cosas y que el silencio sea un modo de complicidad). Sólo que no estoy de ánimos. Estoy cansado. Hoy quisiera volver a las épocas en que al comer helado sin cucharita se formaban picos de crema mientras mi boca practicaba los besos que más tarde daría.
Presentaré en esta ocasión un escrito intitulado que por su inocencia y su estrecha relación con los picos de crema considero oportuno. Y para referir al tema del silencio involuntario les presento el más corto, pero no menos fibroso texto “El hombre que no escribe”.
(Sin título)
Se frotaba contra la tela como un gato en las piernas de su dueño y el masaje circular sobre la ropa emitía el mismo sonido que el rozar del lápiz el papel. Desperezado, ya despierto, capturaba las más imperceptibles sensaciones. Un micrófono-transductor de caricias húmedas en hedoneo-impulsos eléctricos, una madre que escucha, o un pararrayos con su rayo.
La urdimbre tiranteada y su explícita presencia vaticinaban el anejo desenlace. Con la decisión de quien revolea sus cabellos al quitarse un sombrero, desbordó la teta el corpiño hamacándose hasta el cansancio con el pezón en lo alto, firme como un obelisco.
El hombre que no escribe
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Se sienta, se para y camina oscilante de un lado a otro de la habitación como aquellas personas que se mueven al hablar, pero en silencio. Lleva índice y pulgar al nacimiento de su nariz, entre los ojos enérgicamente cerrados. Suspira frente a una hoja sin letras y repite la secuencia. Repite. Repite. Repite. Repite. El pobre olvidó que el siglo veintiuno ya no escribe más de dos cartas seguidas sin respuesta.
viernes, 22 de febrero de 2008
Prólogo a la primera entrega
El caso de "I" es muy otro. Tal vez merezca su lugar en este blog por cuestión de respeto a los mayores. No recuerdo haber leído dentro de mi exigua carrera, poema más antiguo que me hiciera frente, como anteriormente dije, a modo de antílope.
Hoy podría decir que me acerco a un estilo original, o que al menos siento propio. Tras hojas abolladas junto al cesto de basura me he ido negando desde una perspectiva dialectica y "Aún no se resigna (cree que no es, prefiere no serlo)" es prueba inapelable de ello.
Constancio
Aún no se resigna (cree que no es, prefiere no serlo)
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Eterna búsqueda del devenir constante
el que ya viene sin que lo busque,
que igual busco.
Discordia entre una cocina húmeda y una vida de umbrales a lo sobrehumano /
¿Qué hacer?
A veces quisiera una sonrisa y una esposa
otras, conforme a lo vivido y con ello, reafirmo mi parquedad de hierro helado. /
De otro modo el arte que es hoy no sería
mis pecados, mis escritos, mi sueño cambiado
habría abandonado hace tiempo los instrumentos en sus fundas
tal vez sería el padre exigente e inalcanzable que siempre quise
cortaría con gusto la leña, cazaría venados y ciervos
me daría igualmente el gusto de la barba.
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Pero el cielo se cierne ante el presente que abre paso entre espesura, /
desemboco en un campo sembrado con maíz y alpiste
a distancia es muy bello, ¡Cómo quisiera esa finca!
Las faenas labriegas, la gramínea en el rancho juntando olor a oveja. /
Bello es pensarlo como una imagen más en un fárrago de hipotéticas vidas /
escribir cada una, ser gigante, rey o gema robada
ser todas al mismo tiempo sin dejar ninguna.
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Ser algo me aburre, me niego a entrar, terminaría siendo pesadilla.
Prefiero la anónima distancia que bostezar al concentrarme en lo mío /
jugar a ser otro cada día, siempre jugar,
inventar otra historia cada vez que lo pienso
me aterroriza pensarlo.
Por eso es que hoy soy tripulante de un barco de carga
ayer fui conserje de hotel.
Soy ladrón de vidas ajenas, un pasatiempo sano con utilidad narcótica. /
No lo pienso, no lo pienso, la-la-la-la-la-la-la-la
No estoy dentro, no estoy dentro la-la-la-la-la-la-la-la-la-la-la-la.
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(Al rato)
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… Ya se ha ido
volveré al presente continuo.
¿Qué importa qué hice ayer?
Dudo hasta de ser lo mismo
Los patrones (mi inconciente se empeña en decir pantalones) son relaciones racionales establecidas por mentes débiles que se fían de una razón arbitrariamente forjada./
Vuelvo al hierro helado
hielo seco
esta tarde seré un pez de ojos saltones en la cámara frigorífica de un barco. /
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....................................................................................................................... Constancio
I
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Cuán lejos debo estar
de la cercana lluvia
de la delgada legua
ni pensar de los otros cuerpos
del llanto que nos suda
el sudor que nos divide.
Lejos del cuerpo enajenado
del propio paso que camino
del extraño espejo que nos llora en el rostro
y que nos mira.
Somos dos y estoy más poca
mi sola existencia que era menos
mi cuerpo, no mi cuerpo, un cuerpo
tampoco él me pertenece.
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(Silencio de blanca)
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Qué solitario es el final
de triste madrugada
y cuán solitaria madrugada
es la del triste final.
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............................Constancio
La espera
Tras alguna puerta estarás…
..........................leyéndome
.................y leyéndote.
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Volví sobre mi hombro bajo, ya no estabas.
Sólo una columna opaca de yeso,
una farola de metales humeantes
y baldosas olvidadas de tu silueta oblonga.
Las caricias suplicantes de tu rostro se extinguieron
callaron los inflados besos resonantes
no más sudor de manos entreveradas.
Ahora escatimo mi paso como foca
te alucina mi inconciencia en las vidrieras
la vaga noche destiñe y oculta tu cuerpo crisantemo,
la sórdida y sobrenombrada noche.
Me preocupa no descubrirte nueva en un pretil de puente
o no toparme jamás con la casualidad pretendida
de inundarme de espasmos y de miedo
junto a ti en un museo, aún deseando que pase.
El silbido de los ciclistas me aturde
me asemejo más a un notario o un burócrata
que no silbará en la vida hasta tenerte.
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